Otro año más han llegado las Fallas. Tan pronto... Es cierto lo que dice siempre mi padre cuando estamos en Navidad: "Dentro de cuatro días ya estamos en Fallas". Uf, qué pereza, por favor.
Cada año me resultan más cansinas estas fiestas.
Que si las verbenas que se prolongan hasta las 4 de la madrugada con una música salida del mismo infierno, las despertàs a las 8 de la mañana: falleros tirando enormes petardos durante una hora con la banda de música detrás tocando "Paquito el chocolatero" justo debajo de mi ventana. Como diría Homer Simpson: "Gaaanas de mataaar aumentaaando".
Me veo a mí misma con un rifle de perdigones desde un rinconcito de mi balcón, agazapada, en plan Enemigo a las puertas, apuntando a todo aquél que vea prender la mecha de un petardo.
La falta de sueño me está convirtiendo en una psicópata en potencia.
El colmo es que este año coincide con la Semana Santa. No puedo evitar recordar aquélla famosa escena de Misión imposible 2.
Resulta que ahora Tom Cruise es un visionario. Y yo creyendo que era un maldito ignorante. Me quito el sombrero, sí señor. Este tío sabía que un día esto iba a pasar.