31 agosto 2006

La hora Chanante (¡Chanante!)

Aquí os dejo uno de mis sketches preferidos y más logrados del programa. Es una parodia muy buena de la serie 24 que emite Antena 3.

29 agosto 2006

Desafiando el oleaje sin timón ni timonel...

Si, estoy mejor de lo mío.
Volveré pronto aunque todavía no sé cuando.
De momento paso mis días intentando animarme a golpe de Paramount Comedy (canal 35 de ONO). Viendo y . Programas que recomiendo encarecidamente, aunque sean repetidos. El caso es que estoy pillando hasta síndrome de Estocolmo, me explico: no salgo de casa, guardo reposo y solo veo la tele, principalmente estos programas; conclusión: me empieza a molar Ernesto Sevilla.
¿Alguien conoce un buen psiquiatra?
Ernesto Sevilla (presentador de Smonka!)

25 agosto 2006

No estoy para nadie

Lamento esta larga ausencia, pero me he pasado una semana alojada en una lúgubre habitación de hospital, en la que debía de haber estado únicamente una noche. La vida es así. Hay quien aprovecha sus vacaciones para irse a la playa. Yo me meto en hospitales, que es mucho más deprimente, y va más con mi personalidad angustiada.
Los motivos de mi estancia en tan triste lugar me los guardo para mí y para quienes me conocen. Pero ahora, de verdad, no estoy para nadie. Me ha costado entrar en el blog y escribir estas líneas que dan fe de mi existencia.
Por lo demás, esperadme, que cuando se me pase el puto shock volveré con las pilas cargadas y más optimista, que en el fondo lo soy. Son las circunstancias las que se encargan de hundirme en la miseria y arrancar de mi espíritu la poca alegría que le queda.
En esas estamos...

14 agosto 2006

Entre canciones de Sabina y geishas

Efectivamente, ya se me ha pasado la rabieta, sin rencores ni nada, de buen rollito. Como dice la canción "Es mi fiesta y lloraré si quiero", tengo derecho a quejarme.
Como dice Sara (o su madre) todos somos críos aunque tengamos 50 años, y yo ese día dejé salir a la niña que llevo dentro (como diría Pedro Ruiz) que es puñetera.

La cuestión es que hablando con algunas personas, llegamos a la conclusión de que estas cosas le pasan a todo el mundo. No es que yo especialmente sea una paria social. Para ser sinceros, nunca he sido la la más popular (¿y quién quiere serlo?). Es lo malo de la influencia de las películas americanas que te meten en la cabeza que si no eres la más popular del instituto y la reina del baile no llegarás a nada en la vida. ¡¡CHORRADAS!! La reina del baile se queda preñada esa misma noche y se pasa el resto de su vida cargada de críos y un marido que ni la mira. (Divago, lo sé...).
En cuanto a mí, paso mis días de verano oyendo canciones de Joaquín Sabina que me bajé del emule, de un archivo llamado "Las 50 mejores canciones de Sabina". Y lo digo porque sé que él no se va a enfadar... otro rollo sería si me hubiera bajado canciones de Ramoncín, en cuyo caso ya estaría aquí él y la Guardia Civil para detenerme. Pero por otro lado ¿quién en su sano juicio quiere bajarse canciones de Ramoncín?
No recuerdo la última vez que compré un disco. Pero no es porque no quiera, es porque la música de hoy en día es lo peor de lo peor. Me deprime escuchar la radio. No hay imaginación, ni ritmo por ningún lado. Todos son productos comerciales de usar y tirar. Que rabia.
Por otro lado, estoy terminando de leer "Memorias de una geisha". Así cuando lo termine podré ver la película, que ya me bajé en su día y así comparar.
Hasta ahora de todos los libros llevados a la gran pantalla que he leído ha ganado el libro. Me imagino que éste no será una excepción. Por cierto, entre ellos no está "El código da Vinci". Ni libro ni peli mancillarán mi inteligencia.

04 agosto 2006

Un año más vieja... pero no más sabia


Reflexiones al cumplir los 26

Hoy es mi cumpleaños. Faltan solo unas tres horas para que termine y lo estoy deseando.
Desde que cumplí los 10 años y me pasé todo el día sola con mis abuelos en el que, por entonces, era mi chalet, porque mis padres habían ido a una boda, no había tenido un cumpleaños tan decadente como éste que está a punto de terminar.

Y es que no hay nada peor que encima que tienes que sumarte un año más sin que tus perspectivas se hayan cumplido, no te felicite ni Dios. Como si una lobotomía general hubiese borrado de las mentes de mis conocidos y amigos la fecha de mi cumpleaños. Exceptuando a Sara, todo hay que decirlo.
En cierta manera hay que tomarse las cosas con paciencia y humor, si cabe. Pero me fastidia que yo haga un gran esfuerzo por recordar las fechas de todos los aniversarios de aquellos que me importan y después no me vea correspondida. Así que creo, con gran dolor de mi corazón (todavía) que voy a resetear mi cerebro, apretaré un botón que tengo en la sien y ¡puf! Se habrán ido todas las fechas de mi memoria (seleccionando algunas, como las de mis padres, hermano y los exámenes de septiembre).
Que conste que no estoy enfadada con nadie ¡en serio!, que todo esto me la trae al pairo.

Menos mal que por lo menos esta semana he pasado dos tardes estupendas en compañía de una buena amiga. Quién quiere un psicólogo teniendo amigos como ella. Puede que nunca haya tenido una relación tan sincera con nadie, no estoy acostumbrada a tener amistades íntimas. Pero eso es otro tema y otras neuras que doy por zanjadas por ahora.

Pues eso, un año más vieja, pero no más sabia. Porque no aprendo del pasado. Y porque me parece que este año estoy escribiendo peor que el anterior, que estoy perdiendo chispa, y que me han caído más asignaturas (pero de eso no tengo toda la culpa).

Uf! Que post más deprimente, de verdad. ¿Alguien quiere tarta? Me queda mucha y es de chocolate.